Características de la relación entre profesorado y alumnado
El ritmo de vida que llevamos como adultos no solo afecta al plano profesional, sino que diferentes aspectos de nuestra vida personal se van empapando de la misma filosofía. Las prisas, querer terminar cualquier actividad lo antes posible o desear resultados inmediatos definen nuestro día a día, y aunque quizás no nos demos cuenta, esta misma exigencia se traslada a las relaciones familiares, afectando a los niños y niñas en edad escolar.
En los últimos tiempos el debate entre educación y enseñanza pone de manifiesto que la línea entre ambos conceptos es muy estrecha y difusa. Si bien en el aula se ofrecen conocimientos que dictamina una ley estatal, no se puede pasar por alto que los maestros también se convierten en referentes educativos para los chavales.
Mejorar la relación entre profesores y alumnos y que esta no se limite al ámbito didáctico es fundamental para el desarrollo cognitivo positivo que se consigue a lo largo de toda la etapa educativa. Según Piaget, psicólogo suizo, el aprendizaje se basa el concepto de la “acción”, de la experiencia. Lo que quiere decir que no existe aprendizaje sin experiencia.
Pero esta depende de la etapa de desarrollo en la que se encuentre el menor. Por esto conocer en qué fase de desarrollo se encuentra el niño, su ritmo madurativo y potenciar sus talentos para compensar sus dificultades son factores clave para el trabajo del educador en el aula ordinaria y, sobre todo, con alumnos con dificultades.
Ventajas de mejorar la relación entre profesor y alumno
Hemos visto cuál es la situación actual del sistema educativo y la importancia de fomentar una relación que favorezca el desarrollo integral de cada estudiante. Pero, ¿cómo podemos mejorar la relación entre profesores y alumnos?
Mejora en el rendimiento escolar
Las relaciones positivas entre el personal docente y el alumnado y que se basan en la confianza y en el respeto tienen una repercusión directa en la satisfacción general y en el rendimiento académico.
Desarrollo del potencial cognitivo del alumnado
La figura docente es clave para el aprendizaje, ya que esta actúa como guía para su razonamiento o la estimulación de diferentes habilidades, como pueden ser la memoria, la atención e incluso el pensamiento crítico. Cuando cada persona es concebida como un individuo con sus propias características y particularidades, se contribuye a su desarrollo personal y profesional.
Confianza y seguridad
Para fortalecer la relación entre profesor y alumno, se debe ir más allá de la materia que se imparte. Es decir, que además de proporcionar los conocimientos sobre aquella, se debe favorecer un clima que permita el diálogo y el intercambio de opiniones. Este, a su vez, debe estar exento de juicios y críticas, porque estos serán los que impidan que el alumnado pueda abrirse y compartir sus opiniones, inseguridades o sus circunstancias personales.
¿Cómo mejorar la relación entre profesores y alumnos?
Estar presentes
Para mejorar la relación hay que estar presentes física y emocionalmente, ofrecer una comunicación clara y sincera y buscar tiempo y espacios que permitan el diálogo.
Fomentar la empatía y la flexibilidad
Si queremos educar a personas que tengan en cuenta las necesidades de las demás y de su entorno, es necesario partir de la empatía y la flexibilidad. Ofrecer ayuda cuando sea necesario y adaptarla al aprendizaje individual, de manera que se desarrolle la seguridad y la motivación.
Crear ambientes de trabajo igualitario
En grupos amplios (o reducidos), es importante que todos los miembros del aula sepan que el trato a todos los alumnos es el mismo. Hay muchos casos en los que los alumnos sienten que un profesor les “tiene manía” y eso entorpece la relación entre ambos. Es importante hacer ver a los alumnos que la figura del profesor es un apoyo en el camino al cuál todos pueden dirigirse, y sobre todo mostrarles que eso es así realmente. No vale tan solo con decirlo, sino solo se interpretará como una muestra de hipocresía.
Valorar el esfuerzo
Nuestra sociedad se basa en la meritocracia, que olvida las circunstancias personales y familiares de cada individuo. Cuando la atención se centra en el esfuerzo y en el reconocimiento del proceso de aprendizaje en lugar de en las calificaciones, se potencia la confianza en las propias capacidades y se promueve un clima de colaboración, en lugar de competitivo. No debemos caer en el error de evaluar a los alumnos tan solo por los resultados o las notas que saquen en los ejercicios/exámenes.
Establecer limitaciones positivas en el aula
El clima de respeto que debe crearse no puede limitarse exclusivamente a la relación entre una persona docente y el alumno/a en cuestión, sino que lo que se debe trabajar es la actitud en sí misma. Por este motivo, se recomienda introducir limitaciones que sean positivas; es decir, que no solo beneficien a la persona a la que se las aplica, sino que repercutan positivamente al grupo.
Más allá del aula
Las nuevas tecnologías y la digitalización de la educación sitúan al profesor como modelo, también, para el buen uso de las tecnologías. Contar con herramientas como los controles parentales o filtrado de contenidos pueden ayudar a tener un mejor control sobre el contenido digital que consumen los menores. La exposición a material violento, sexista o perjudicial condiciona al desarrollo de la personalidad y repercutirá negativamente en el propio consumidor y en las relaciones que establezca.
Tanto en el aula como fuera del aula, contar con partners tecnológicos que garanticen esta seguridad es de suma importancia.
Gatchan está enfocado a esta finalidad, dado que permite mantener un entorno seguro en las redes, libre de violencia, pornografía o apuestas. Además, ofrece la posibilidad de introducir un diálogo al respecto, para que los jóvenes comprendan los aspectos negativos y cómo van en detrimento de su desarrollo como personas.
Puedes consultar más información sobre nuestros planes en la web o contactar directamente con nosotros.